El butiá o butiazeiro es una palmera de estipe único,
monoico, muy fructífera y ornamental, nativa del sur de Brasil, Argentina y
Paraguay. Sus hojas son largas, pinnadas, arqueadas, recurvadas y de color
verde a azul-Acinzentada. Ellas presentan vainas espinetas y persistentes, que
recuperen el tallo en la mayoría de las veces. El tallo, a su vez, es bastante
amplio, robusto y de crecimiento lento.
Las inflorescencias surgen en primavera, con
numerosas flores unissexuais y pequeñas, que atraen a las abejas. Las flores
masculinas de una misma planta generalmente no madurecen al mismo tiempo que
las flores femeninas, favoreciendo la polinización cruzada. Los frutos son del
tipo drupa, carnosos y ovoides, con pulpa fibrosis, amarilla a naranjada. En
cada fruto hay una a tres semillas.
El butiá es una planta bastante rústica, tanto en el aspecto, en cuanto a la facilidad de cultivo. Ella puede ser plantada aislada, como destacado, o en líneas y grupos, siendo interesante su uso en el paisajismo urbano. El Mantenimiento del butiá es muy baja, requerido solo una o dos fertilizaciones anuales. Ella añade un indiscutible efecto tropical y nos presentaría con abundantes y deliciosos frutos. Tu tallo recubierto es un verdadero hábitat para numerosas especies de epífitas, como sanabais, cactáceas, orquídeas y bromé lías. No es inusual ver las propias semillas del butiá germinando en ese entorno.
Para jardines más formales, sin embargo, es
interesante podar las ramas persistentes por debajo al tronco. Así se consigue
un aspecto más elegante, sin perjuicio de la planta. El butiazeiro es una
especie de elección para áreas de repoblación forestal, pues sus frutos atraen
a la fauna silvestre, lo que favorece la recuperación de la mata.
El fruto del butiá es rico en vitaminas a, c y beta caroteno. Su sabor es ácido y dulce, y a pesar de comparaciones con abacaxi, melocotón, plátano y manzana, creo que se trata de una fruta única, de perfume y sabor incomparables.
El fruto del butiá es rico en vitaminas a, c y beta caroteno. Su sabor es ácido y dulce, y a pesar de comparaciones con abacaxi, melocotón, plátano y manzana, creo que se trata de una fruta única, de perfume y sabor incomparables.
De ellas se puede hacer jugos, geléias,
sorbetes, licores, vinos y cachaças, me gusta. Y, como la planta es de pequeño
calibre, se hace más fácil la cosecha, incluso por parte de niños. Por lo
tanto, comer el butiá directo del pie, hizo y forma parte de la infancia de
muchas personas. Las semillas o coquinos del butiá, es posible hacer un aceite
muy sabroso. Para evitar atraer muchos insectos y el acumular de sugiera sobre
el gramado, se puede realizar el no de algunas inflorescencias, dejando sólo
una o dos restantes para seguir floreciendo.
Debe ser cultivado bajo sol pleno o media sombra, en varios tipos de suelos, preferentemente drenadle y enriquecido con materia orgánica. Aprecia el clima subtropical y es bastante resistente al frío y heladas, al contrario que la gran mayoría de las palmeras. Tolerante, mares y salinidad y apropiada para regiones litorales.
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